Una reseña del libro "Proverbios para necios: Sabiduría sencilla para tiempos complejos".
Cualquier persona que usa las redes sociales puede dar fe de cuán propensos somos a enfocarnos en las apariencias. Hace poco conocí la aplicación BeReal, una red social que busca «evitar» las apariencias al notificar a sus usuarios durante el día que tienen un espacio de dos minutos para capturar el momento que están viviendo, sin posibilidad de edición. Una vez que se publica, la aplicación informa a los demás usuarios cuántas veces las personas intentaron tomar la foto, para dejar en evidencia a los que fueron menos espontáneos.
La propuesta de esta aplicación resulta interesante porque supone el desafío de salir de la zona de confort que nos proporcionan los filtros y las ediciones, obligándonos a «ser reales». Pero ¿hay algo mejor que una aplicación que nos ayude a vivir de una manera sincera y sin fingimiento? ¿Y cómo podremos asumir los esfuerzos que implica desarrollar nuestro carácter, si parece una pérdida de tiempo en este mundo obsesionado con las apariencias?
Proverbios para necios
JOSÉ «PEPE» MENDOZA
¿Cómo podremos asumir los esfuerzos que implica desarrollar nuestro carácter, si parece una pérdida de tiempo en este mundo obsesionado con las apariencias?
El pastor, maestro de la Biblia y escritor José «Pepe» Mendoza responde a estas y otras preguntas en su nuevo libro Proverbios para necios: Sabiduría sencilla para tiempos complejos (Editorial Vida, 2024).
EDITORIAL VIDA. 219 PÁGINAS.
Primero en el corazón
El pastor, maestro de la Biblia y escritor José «Pepe» Mendoza responde a estas y otras preguntas en su nuevo libro Proverbios para necios: Sabiduría sencilla para tiempos complejos (Editorial Vida, 2024). El autor capturó mi atención con la introducción al destacar dos versículos que nunca había observado en conjunto:
Muchos hombres proclaman su propia lealtad, / Pero un hombre digno de confianza, ¿quién lo hallará? (20:6, énfasis añadido).
Mujer hacendosa, ¿quién la hallará? / Su valor supera en mucho al de las joyas (31:10, énfasis añadido).
Sobre estos versículos, el autor menciona:
Una gran mayoría parece vivir en una superficialidad que podría resumirse en la búsqueda de bienes materiales y de hacer valer algunos aspectos externos de orden personal y físico, pero no en el desarrollo de una vida sabia y la fortaleza de carácter que solo hombres y mujeres de Dios pueden alcanzar (p. 7).
Muchos sectores de la sociedad ven la tarea de forjar el carácter como una pérdida de tiempo mientras contemos con herramientas que nos permitan fingirlo con facilidad. Sin embargo, los creyentes tenemos un llamado a procurar ser sabios y a glorificar a Dios al practicar esa sabiduría en todo lo que hagamos. Conformarnos con las apariencias es necio porque sabemos que nuestro Dios quiere hacernos más como Cristo y eso comienza primero en el corazón.
Proverbios para necios cuenta con treinta y un capítulos, al igual que libro bíblico, y la coincidencia es intencional:
Los temas son diversos y buscan establecer el contraste entre una vida necia y otra sabia. La invitación es a leer el capítulo de Proverbios que aparece primeramente y luego leer la reflexión que surge de tal lectura (p. 11).
En cada capítulo, Pepe Mendoza quiere recordarnos que «la necedad es innata en nuestro corazón, mientras que la sabiduría se busca y requiere de una intención personal por cambiar para llevar una vida buena» (p. 11).
Por eso nos invita a reflexionar en la forma en que hablamos, pensamos, decidimos, trabajamos, nos relacionamos, usamos nuestro tiempo o nuestros recursos. Todas estas conductas dejan al descubierto nuestro corazón necio, pero el autor no nos deja ahí, sino que reconocer nuestra necedad tiene la intención de apuntarnos a la única fuente de sabiduría: Cristo.
Además de su profundidad bíblica, el libro nos ayuda a ver cómo toda esa necedad a la que tendemos por naturaleza es potenciada en este mundo digital, el cual nos distrae de la búsqueda de la sabiduría de Dios:
Vivimos en el tiempo de la generación distraída. Esa clase de distracción solo favorece la necedad. Por eso, concéntrate en tus asuntos, fructifica en tu propia vida y no permitas que una existencia virtual te haga invisible e inútil en la vida real (p. 36).
En el libro de Proverbios vemos a la necedad personificada, sentada a las puertas de su casa y en lo más alto de la ciudad llamando a los jóvenes. Si trasladamos esa ilustración a nuestros días, podríamos decir que la necedad es una influencer profesional y nuestro corazón es su seguidor más fiel. Sin embargo, a través de este nuevo recurso, la sabiduría nos invita a la reflexión profunda y a no dejarnos atrapar por la necedad de nuestros días: «El paso inicial a la sabiduría es reconocer que gastas mucho de tu vida navegando de arriba abajo por imágenes y palabras sin límite» (p. 83).
Cristo, nuestra sabiduría
Nuestro entorno nos dice a gritos que lo más importante es la apariencia, mientras intenta seducir a nuestro corazón a darle like a la necedad y compartir esa forma de pensar. Este panorama sería desalentador si Dios no nos enseñara en Su Palabra que la sabiduría nos hace un llamado contundente.
Sin embargo, este llamado no es solo un grito a lo lejos. Cristo, nuestra sabiduría, decidió bajar de Su trono y hacerse como uno de nosotros (1 Co 1:24-25). Además, caminó entre la necedad del mundo, pero se mantuvo sin pecado y murió para pagar las consecuencias que merecen los necios y recibirán si no abandonan su necedad.
Solo Cristo puede cambiar nuestra condición de necios en sabios, para que podamos tener vidas buenas y plenas. Cada capítulo de Proverbios para necios orienta nuestros ojos a Cristo, cuyo carácter brilla y nos ha llamado para que seamos Sus seguidores.
No seas así como eres, sé sabio como Jesucristo, que murió para que vivas y cuyas heridas fueron sanidad para ti. Deja la necedad que el Señor aborrece, sigue el ejemplo de Jesucristo y procura ser sabio con todo tu ser y en todas las áreas de tu vida (p. 48).
Agostina Fassi es estudiante de Profesorado de Educación Primaria. Forma parte de Iglesia Bíblica Del Camino. Vive en Córdoba, Argentina, junto a esposo.
Acerca del Autor
